Mi querida tortilla de patatas

{vía Kukuxumusu}
Hoy tengo el placer de colaborar con Not Hemingway's Spain una vez más para compartir una de mis recetas más queridas (y seguro que también la de muchos de vosotros). ¿A quién no le gusta la tortilla de patatas?  ;)

Si sois españoles o habéis vivido en España, probablemente se haya convertido en una de vuestras comidas favoritas. En mi caso suele ser una "cena de emergencia" a la que recurrimos muy gustosamente, o un pincho de emergencia cuando el hambre ataca por la ciudad.

Pero a pesar de ser una receta tan simple, en las publicaciones culinarias de allende los mares a veces les da por complicar la cosa, cuando nuestra humilde tortilla de patatas es muy sencilla ella. De ahí surgió la  idea de escribir este post invitado para Not Hemingway's Spain. Aunque hay variaciones en la receta y cada uno tiene sus trucos y preferencias (grosor, tamaño de la patata, con o sin cebolla...), en el post comparto mi receta personal que aprendí de mi madre y que llevo haciendo más de 10 años. Aunque en esos años he intentado mejorarla con algún truquillo, al final siempre he vuelto a la versión más básica porque resultó ser la mejor. Y es que la simplicidad es muchas veces la clave.

Y a vosotros, ¿cómo os gusta la tortilla de patatas?


El post y la receta los podéis leer aquí.

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5 comentarios:

  1. La tortilla, como le pasa a muchos platos tradicionales, tiende uno a gustarle más que ninguna la que ha comido desde pequeño, la que hayan hecho en casa los progenitores. En mi casa pasaba algo muy curioso, el bando de mi padre, amante de la tortilla de patata tipo betanzos, con las patatas muy fritas y el huevo muy poco hecho, que al abrir con el tenedor se derramaba la yema... Y el bando de mi madre, con la patata blandita y el huevo cuajado aunque jugosa... Si la hacía mi padre tocaba la de betanzos, terminé amándola de más mayorcita (de peque protestaba por el huevo sin cuajar), y si la hacía mi madre me encantaba y me sigue encantando. Yo la hago poco poquísimo, más para picnic y salidas al campo que para comer en casa... pero me pasa algo curioso, cuando estoy de viaje en el extranjero y me quedan pocos días para volver me vienen imágenes de tortilla a la mente, en plan alucinación, y siempre llamo a mi madre y le digo, "cuando vuelva me tienes que hacer tu tortilla cuando vaya a tu casa a verte..." :-)

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    1. Delikat, me ha encantado tu historia. Es verdad que los gustos (culinarios) personales se hacen y se aprenden, y lo de la tortilla de patatas es muy personal. Lo curioso de esta comida tan sencilla es que desata pasiones... y morriña. :) Yo creo que es el único plato español que siempre he cocinado cuando he vivido fuera del país.
      Un beso

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  2. La mejor tortilla de patatas es la que hace mi mami... :-) Pero esa que has preparado tu tiene una pinta impresionante! Besos

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  3. No voy a añadir nada, porque indiscutiblemente, la mejor tortilla del universo (y multiversos adyacentes, cuánticos o no) es la que oficiaba (como dice Apicius) mi señora madre que en gloria esté. Por supuesto, con el huevo tierno por dentro y con patatas del salobral

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  4. Jajaja... con vuestros comentarios, estimados Pili y Sorokin, dejáis claro que lo de la tortilla de patatas es un amor incondicional y muy subjetivo. ;)
    Un saludo

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