Hoy os presento una casa a orillas del
mar de Tasmania que antes era un club de bolos (dato curioso) y que ha sido renovada por completo. Ahora es un
bungalow en la playa de Gerroa, al sur de Sydney,
Australia. Se utilizaron acabados naturales y se aprovecharon materiales originales como el suelo de madera. El resultado es esta preciosa y relajada casita de playa en las antípodas.
La casa está nominada al mejor diseño (por
Karen Akers) para los
2013 Sydney Design Awards.
***
Pues el bungalow es muy mono, pero me queda un poco lejos. Cierto es que Australia está en mi lista de futuras visitas, pero va después de otras más prioritarias.
ResponderEliminarEso sí, el mar de Tasmania hace soñar. A mí me hace pensar en Taz, el monstruo de Tasmania. Es como cundo estuve en el mar de Andamán: es un mar como todos los mares, pero a mí me hacia pensar en piratas malayos, de retorcidos puñales y aviesas intenciones.
Estoy de acuerdo... cuanto más lejano y aislado queda un lugar, más fantasías despierta. :)
EliminarUn saludo