Muchas veces, bien por cuestiones culturales o estilísticas, los carteles de los estrenos de cine pueden variar bastante de un país a otro. Las grandes distribuidoras invierten mucho dinero en hacer campaña de sus películas por todo el mundo, y eso también consiste en adaptar los carteles a la sensibilidad o los gustos de cada país.
Tomemos un par de ejemplos de entre las nominadas a mejor película en los Oscar 2011.
El cartel estadounidense de Black Swan muestra de manera obvia (maquillaje teatral y expresión intensa) la cara oscura del cisne.
El cartel europeo es mucho más sutil. Muestra a la delicada bailarina (previa transformación) con una grieta que indica su fragilidad e inestabilidad.
Veamos ahora el cartel japonés. La bailarina vestida con su traje de cisne negro, del cual se desprenden sin cesar plumas negras, nos mira con expresión desafiante.
En este caso, creo que los carteles de esta peli (aún hay más) están muy logrados.
Otro caso interesante es el de 127 Hours. El cartel estadounidense es mi favorito. Creo que visualmente es más estético y no evita el tema central de la película.
El cartel español no muestra muy claramente el cañón en el que se desarrolla la historia, sino que lo sitúa en un plano muy secundario. El protagonismo lo toma la imagen del escalador, con ese fundido horterilla de colores en la parte derecha.
El cartel coreano parece una fusión del cartel español y el estadounidense.
Y por último, aquí va el cartel italiano, que muestra al escalador en la parte inferior como si mirara contemplativo el cañón donde sufrirá sus desventuras.
Es curioso ver cómo a través del diseño del cartel se expresa de maneras tan diferentes la temática de una película. Cuando el diseño es de poca calidad, por desgracia se puede dar una imagen muy equivocada de una película.
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