Los gatos de Estambul I

Una de las cosas que más llama la atención de Estambul es la cantidad de gatos que hay. Están por todas partes... por las calles, en tiendas y bazares, en los cafés, museos y hasta dentro de las mezquitas. Los turcos cuidan de estos gatos y los tratan con respeto, pero no nos engañemos. No dejan de ser gatos callejeros en una ciudad de 12 millones de habitantes. Su vida no es fácil y algunos tienen más suerte que otros.

Gato otomano
Esta tolerancia a los gatos viene de la tradición islámica, en la que el gato es respetado e incluso adorado. Hay varias historias del profeta Mahoma y su gato favorito, Muezza, al que quería tanto que prefirió cortar el manto sobre el que este dormía para poder ponérselo antes que despertar al felino de su siesta. También hay un dicho popular que dice así: "Si matas a un gato debes construir una mezquita para poder ser perdonado por Dios". Ahí queda eso.

En Estambul es común ver bandejas de comida y agua por las calles para los gatos... y cajas dispuestas para hacer de hogares gatunos, con agujeros para que entren y almohadones para que estén cómodos. Los propietarios de cafés les dan de comer y los gatos duermen felizmente cerca —o a veces junto— a las personas. La mayoría son cariñosos y no tienen miedo de acercarse; se nota que los tratan bien.

Las posibilidades fotográficas son innumerables, sobre todo con una ciudad tan fotogénica que a cada rincón nos sorprende. Por eso hoy os enseño tan sólo la primera parte de este álbum felino de Estambul... os contaré más (de los gatos y de la ciudad) en los próximos días.

¡Feliz fin de semana!



Junto a la Mezquita Azul






Gato relajado de las Islas Príncipe



Convivencia entre especies

Este gato de las Islas Príncipe pensé que estaba muerto porque ya había tenido un encuentro
con un pobre peludo el día anterior. :(
Por suerte sólo estaba tomando una buena siesta. :)

Desde un restaurante (en la 2.ª planta)



Al resguardo de la lluvia

Dentro de Hagia Sophia

Si os han gustado estas fotos, no dejéis de visitar el Tumblr Daily Cat Istanbul de nuestros amigos viajeros For 91 Days, que documenta la vida felina de la ciudad en estos tres meses que están viviendo allí. Si no conocéis su proyecto, os recomiendo que echéis un vistazo a su blog.

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Un piso familiar en San Francisco...
¡de solo 46 metros!

El hogar de esta familia de San Francisco me parece el ejemplo perfecto de que los espacios pequeños no están reñidos con la vida familiar. Muchas familias, sobre todo en EE. UU., buscan ampliar el espacio de su vivienda cuando tienen hijos, aunque a veces signifique mudarse lejos de la ciudad y de lo que esta ofrece.

Como veréis por las fotos, esta pareja de San Francisco con dos niños sabe cómo aprovechar el espacio al máximo y sacarle rendimiento a su pequeño hogar urbano de tan solo 46 metros cuadrados. Si vivís o habéis vivido un piso pequeño seguro que estos consejos os resultan familiares. ;)

5 consejos para vivir en un piso pequeño
• No acumules trastos y céntrate en las cosas que de verdad son importantes. {Cuando viajas y haces mudanzas te das cuenta de lo poco que hace falta para ser feliz.}
• Las obras de arte y los libros no tienen por qué abarrotar una estancia, dan vida y pueden hacer que una habitación se vea más grande, lo contrario de lo que parece.
• Mira las cosas que tienes y pon a la vista los objetos más bonitos, como si fueran arte. Por ejemplo, en la habitación de los niños usan los juguetes más bonitos para decorar y alegrar la habitación, mientras que los más mundanos están escondidos bajo el sofá.
• Haz limpieza de nuestras posesiones todas las estaciones, no solo en primavera (lo que llaman Spring cleaning). ¡Una casa pequeña está en constante evolución!
• Si te gustan los libros tanto como a la familia de esta casa, una buena idea es sólo tener a la vista los que más nos inspiran, o ir rotándolos de vez en cuando. Si hay libros que ya has leído y no los quieres, lo mejor es donarlos y no tenerlos almacenados.

Y como en cualquier espacio pequeño, el color blanco, los muebles de líneas sencillas y la organización son tres reglas de oro a seguir para dar sensación de amplitud.

¿Qué os parece el resultado decorativo de esta familia tan apañada? :)


{Fotos y reportaje completo en A Cup of Joe}





















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Ruta de tapeo por Sevilla: 7 favoritos

La semana pasada estuve (¡por primera vez!) en Sevilla. Tenía muchísimas ganas de ir por fin, en parte porque todos mis amigos guiris que por supuesto ya han estado, siempre me preguntaban que qué me parecía... y me tocaba responderles que no había estado nunca. Es lo que tiene haber estado casi una década fuera de España, que me quedaban algunos sitios por descubrir (mientras de EE. UU. me había recorrido una gran parte... aunque por supuesto siempre queda algo).

En fin, que ya tocaba y nos decidimos a escaparnos este año de las Fallas y visitar unos días Sevilla (y de paso Córdoba, otra ciudad que tenía pendiente). Como no podía ser de otra manera le pedí consejo a Delikat Essences, cordobesa residente en Sevilla y con un excelente gusto. Tengo que decir que si no hubiera sido por ella no hubiéramos comido tan requetebién ni hubiéramos descubierto tantos rinconcitos sevillanos con encanto, así que de nuevo: ¡Gracias! De hecho, si queréis consejos sobre Sevilla, no os perdáis sus posts, comenzando por su "Pequeña Guía por Sevilla".

Como a mí una ciudad me entra por el estómago, comienzo con un post de tapeo sevillano, que los sevillanos de tapeo saben un rato. Todos los sitios que probamos y que aquí os enseño fueron estupendos. Tengo mis preferidos, claro, y algunos eran de tapas más tradicionales y otros de tapas más innovadoras, pero todos recomendables.

¿Os venís de tapas por Sevilla?  :)

1. PuraTasca (Triana)
El mejor tapeo gourmet de todo el viaje. Probamos el menú degustación con un grupo de amigos y todo estuvo excelente. En este menú entraban 11 súper-tapas a compartir, entre las que había salmorejo de fresas, ostras, arroz meloso, foie, bacalao, solomillo... todo excepcional y un servicio excelente. El lugar tiene aspecto setentero de bar de toda la vida pero con un nivel gastronómico bien alto.










2. La Azotea (zona Encarnación)
Nuestras primeras tapas sevillanas las tomamos aquí, ¡y qué buena primera impresión! Fue un almuerzo bien disfrutado: croquetas, corazón de alcachofa con foie y boletus, huevo a baja temperatura y atún a la parrilla con soja. Muy buena también la relación calidad-precio. Las fotos hablan por sí solas.







3. El Rinconcillo (Centro)
Esta taberna-restaurante es la más antigua de Sevilla, fundada en 1670. Es un sitio precioso por dentro, decorado con los típicos azulejos de la zona, un lugar con mucho encanto. Además, las tapas y raciones tradicionales están riquísimas. A destacar las espinacas con garbanzos, que acompañamos con un gazpachojamón ibérico y queso curado de oveja. Todo ello bien regado con manzanilla, claro, nuestra bebida estrella de este viaje.








4. Las Teresas (Santa Cruz)
Este bar es perfecto para hacer una parada y tomarse unas tapas tradicionales después de caminar por las callejuelas del barrio de Sta. Cruz. Cuando fuimos llovía, pero pudimos sentarnos afuera bajo un gran toldo sin problema. Recomendadas la tortillita de camarones, las pavías de bacalao y el solomillo al whisky.



5. La Moneda (El Arenal)
Si queréis probar el marisco y pescado de Sanlúcar de Barrameda sin salir de Sevilla, este bar-restaurante entre la catedral y la Maestranza es el lugar ideal. Un marisco riquísimo y una preparación deliciosa. Tomamos unas almejas de carril con salsa de vino blanco estupendas, chocos con habas y la clásica sopa de galeras que allí sirven.






6. Vinería San Telmo (Santa Cruz)
En este restaurante con una excelente selección de vinos (por fin probé un tinto andaluz) quedamos con Delikat Essences para "desvirtualizarnos", como se dice en estos casos. El menú de tapas (¡y los postres!) es una delicia, y todo lo que probamos nos encantó, en especial el trigo cremoso con boletus y trufa y los crepes de morcilla de arroz con salsa de pimientos del piquillo. No les quedaba la recomendada tarta de limón, así que probamos la tarta de dulce de leche y plátano, también muy rica.





7. Nikkei Bar (Alameda)
Me apetecía mucho probar este restaurante de fusión peruano-japonesa. Con eso ya me habían convencido. Me encantan ambas gastronomías, y ya se sabe que en Perú la inmigración japonesa ha influenciado la cocina peruana desde hace mucho. Probamos muchas cosas, pero me gustó en especial la ensalada con sashimi de salmón, el tiradito de pez mantequilla y el tataki de atún. La última foto (eso que parecen huevos), ¡es causa peruana!






Como veis mi "tour gastronómico" por Sevilla fue todo un éxito. Espero que hayáis disfrutado con esta pequeña guía y que os sirva si visitáis la ciudad. Tendré que ampliarla en mi próxima visita. :)

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