Una casita sobre ruedas

Me fascinan las casas pequeñas, ver cómo se aprovecha el espacio y qué ideas creativas despiertan. También me encantan las casas sobre ruedas que te permiten cambiar de paisaje. Esta pequeña casita tiene además ideas eco, como un sistema de reciclaje del agua. Con este trío de creatividad no podía dejar de enseñaros esta acogedora casa móvil en California de tan solo 13 metros cuadrados.
¿Qué os parece?

Más info sobre su construcción, aquí.

{Fotos vía Sköna Hem}

¡Feliz finde!

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Milford Sound y la tierra de los fiordos en Nueva Zelanda

La tierra de los fiordos (Fiordland) es uno de los destinos más populares de Nueva Zelanda. Y en esta zona, Milford Sound es una parada indispensable. Aunque la palabra "sound" significa en inglés estrecho o canal, fue un nombre que se le dio incorrectamente. Milford Sound está formado por glaciares, por lo que es en realidad un fiordo. Si conocéis los fiordos noruegos las imágenes de abajo os resultarán familiares. Milford Sound se extiende 15km tierra adentro desde el Mar de Tasmania, en la costa oeste de la Isla Sur, una zona de altas montañas, lagos y parajes naturales de una belleza espectacular.

{vía World Travels}

Es también una de las zonas más lluviosas de Nueva Zelanda (llueve casi 200 días del año), así que hay que ir preparados. Cuando yo fui hacía un día de aspecto lluvioso, aunque apenas cayeron unas gotas por la mañana. La ventaja de que llueva antes de visitar Milford Sound es que las numerosas cataratas van cargadas de agua y ofrecen unas imágenes preciosas. Y no olvidemos esas nubes blancas y alargadas, que por algo el nombre māori del país, Aotearoa, significa "la tierra de la larga nube blanca".

El viaje desde Queenstown hasta Milford Sound (o desde Te Anau) es en sí impresionante.

Desde el muelle desde donde parte el barco se anticipa cómo va a ser el viaje por el fiordo... 

¿Os venís a verlo?

{El tamaño del barco da una idea de la proporción.}

{Saliendo hacia el mar de Tasmania...}

{...y de vuelta al fiordo.}

¡Feliz finde!

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Pumpkin Banana Bread (Bizcocho de calabaza y plátano—y lo que se tercie)

Este bizcocho es una variación de una de mis recetas más socorridas, esta que os enseñé aquí. Y es que admite tantas variaciones y es tan fácil que no me extraña que se haya convertido en favorita. Ya me la sé de memoria. La variación de hoy consiste en añadir puré de calabaza asada (1 taza) a la mezcla, además de un par de puñados de anacardos. Estas son algunas de las combinaciones ganadoras:

plátano + nueces (mi 'estándar')

plátano + pasas

plátano + compota de manzana

plátano + chispas de chocolate

plátano + coco rallado

plátano + almendra molida

plátano + crema de cacahuete

¿Se os ocurren otras combinaciones?

Lo bueno de esta receta es que también la he hecho sin mantequilla ni azúcar y queda genial. El azúcar lo sustituyo por miel (calentadla antes de mezclarla con los huevos si es de textura densa), pero la mantequilla simplemente la excluyo y pongo 3 plátanos en vez de 2. El dulzor y la cremosidad de los plátanos hace que el bizcocho quede suave y esponjoso igualmente... ¡y mucho más ligero!

La receta base la tenéis aquí.

¡Feliz fin de semana!

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